I
Reserva Roja 2007

En el vaso desarrolla frecuencias lunares que desarrollan vórtices de luces que invitan a la mirada hacia los límites del cosmos. En nariz tiene olor a hechizo, un flujo de aromas ajenos a cualquier experiencia terrenal. Desarrolla un flujo de aire intrigante, casi derretido, que induce al gusto a continuar su viaje en el cuerpo. En boca es un caldo primordial, casi inquietante, un vector de sensaciones que evoluciona a través de fragantes sensaciones vegetales, que se desarrollan verticalmente hacia notas más soleadas y maduras que se mezclan con sensaciones de metales preciosos. El líquido fluye sobre la lengua sin gravedad para adquirir la ligereza de un magma imaginario que reconforta los pensamientos e ilumina el alma.

Si algo le debo a la vida también se lo debo a este viñedo antiguo que cambió el sentido de mi existencia. La colina de aquel viñedo era mágica, tan irreal como impenetrable, escarpada y peligrosa, pero el deseo de comprender las fuerzas que reinaban sobre su naturaleza ajena se había vuelto decisivo. Tras la muerte de mi padre esa tierra me devolvió la vida con mi primera. experiencia del artesano. Un vino animado por una ineludible energía cósmica, por el cual estaba totalmente hechizado, y la íntima relación con su realidad me había transformado profundamente, y cuanto más pensaba en mi cambio más percibía el misterio de mi existencia.

Elaborado sin ningún tipo de sustancias y tratamientos en viñedo y bodega.