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Reserva Roja 2007

El líquido desarrolla una colección de frecuencias rojas que se relajan batocrómicamente para expresar un movimiento cósmico que devuelve la mente a una experiencia estelar inmersiva. En nariz es un derroche de aromas complejos, de carácter maduro y fragante, que se despliegan como un trampolín de sensaciones cálidas y satisfactorias. En boca es amplio, opulento, desarrolla una reserva enciclopédica de notas cálidas y persuasivas, que fluyen impalpables en el paladar para crear espacio para un vacío que devuelve los pensamientos hacia el horizonte de los acontecimientos. Un vino arcaico, de rara belleza, que desde el devenir de su propia realidad desarrolla la conciencia hacia el sentido de la existencia.

Los propietarios me dijeron que ese viñedo fue plantado hacia 1860 y pensé que a esa edad las plantas eran más frágiles, pero en cambio resultaron sólidas, testarudas y más fuertes que nunca. Eran hermosas, largas y voluptuosas, con un cabello sereno, esencial, casi minimalista. Germinaron como bonsáis, empujando los brotes a corta distancia, y sus frutos fueron pura poesía, por la forma, los colores y la elegancia con la que diseñaron el espacio. El viñedo llevaba un tiempo abandonado y después de algunos años de dificultades logré devolverle una armonía que empezó a expresarse en 2007 cuando sus racimos aparecieron copiosos, deseosos de contar su increíble historia.

Elaborado sin ningún tipo de sustancias y tratamientos en viñedo y bodega.